Con la colaboración de varios agentes, el 2023 Rezero canalizó 843.214 kilos de alimentos frescos y secos que, de otra manera, se habrían convertido en residuos alimentarios.
También evitó que se desperdiciaran 8.289 raciones de comida cocinada, que se hicieron llegar a entidades del sector social.
Cada año, con motivo del día internacional de concienciación sobre la pérdida y el derroche de alimentos, el 29 de septiembre, se repiten datos que no dejan de ser sorprendentes y preocupantes sobre la cantidad de alimentos que se derrochan. Por ejemplo: El 2022, en el ámbito mundial, se derrocharon 1.050 millones de toneladas de alimentos; en Europa, el 2021, se tiraron 131 kilos de comida per cápita, teniendo en cuenta todos los sectores de la cadena alimentaria; en Cataluña, más del 6% de la fracción orgánica que es recogida selectivamente se considera derroche alimentario, según datos del 2012 (¡no los hay más recientes!).
Resultados de la tarea de Rezero contra el derroche alimentario
Tener datos actualizados y comunicarlas es importante, pero también lo es tomar medidas para empezar a revertirlas. Desde el año 2015, Rezero colabora con Banco de Recursos para articular redes de aprovechamiento de alimentos, en el marco del proyecto Pont Alimentari, y para fomentar buenas prácticas al sector de la restauración, con la campaña Remenja’mmm.
Por eso, cuando llega el 29 de septiembre, Rezero puede dar otro tipo de datos. Modestas, quizás, comparadas con las del primer párrafo. Pero son datos en positivo, de aprovechamiento. Son datos que demuestran que hay solución al problema del derroche alimentario.
En total, gracias a la tarea desarrollada tanto en Cataluña como las Islas Baleares, y con la colaboración de varios agentes, el 2023 se canalizaron 843.214 kilos de alimentos frescos y secos que, de otra manera, se habrían convertido en residuos alimentarios. Además, también se evitó que se derrocharan 8.289 raciones de comida cocinado, que se hicieron llegar a entidades del sector social.
Impulso en las Islas Baleares
En las Islas Baleares la lucha contra el derroche alimentario de Rezero es más reciente y se está consiguiendo impactos muy positivos. Gracias a la implicación del Hospital de Son Espases y la entidad Sos Mamás, se han podido aprovechar casi 2.000 kilos de comida cocinada (equivaliendo a casi 10.000 raciones). Sobre el inicio de esta colaboración, Ascen Maestre, fundadora y presidenta de la entidad, explica: “Lo de Son Espases me llegó al corazón. Justo recibí la noticia [que la UE eliminaba ayudas a entidades sociales] que me llama Roser de Rezero. Fue un alivio, incluso lloré”.
También se han canalizado un total de 17.687 kilos de alimentos, provenientes de la Escola d’Hoteleria de les Illes Balears (1.852 kilos destinados a la Fundació Es Refugi) y de Agromart (10.385 kilos destinados en Mallorca Sense Fam y 5.450 kilos derivados a la entidad Hope).
Además de las derivaciones de alimentos para evitar el derroche, se trabaja con los restaurantes de las Islas para que introduzcan buenas prácticas, como por ejemplo facilitar que la clientela se lleve la comida que queda en el plato. En este sentido, hay que destacar que hoy en día ya son más de 80 los restaurantes baleares adheridos a la red Remenja’mmm.
Incidencia política de Rezero contra el derroche alimentario
Estas cifras ya son parte del cambio, pero hace falta un marco normativo que acelere la transformación necesaria. Por eso, la tarea de Rezero contra el derroche alimentario no se para aquí. También participa en grupos de trabajo con entidades de todo el estado. Ahora, el objetivo es lograr una ley estatal de prevención del derroche alimentario ambiciosa y por ello continua el trabajo con el colectivo #LeySinDesperdicio. Sobre todo, hace falta que impulse la prevención del derroche en todos los eslabones de la cadena alimentaria, priorizando la prevención.
En el ámbito catalán, Rezero trabaja para facilitar que se implante la normativa vigente. En este sentido, participa en la elaboración de planes de prevención del derroche, sobre todo en hospitales y residencias, pero también en escuelas y hoteles. Rezero ayuda a cuantificar los alimentos que derrochan y a establecer medidas preventivas.
El cambio necesario para acabar con las actuales cifras de derroche alimentario requiere la implicación de todos los agentes: productoras, distribuidoras, comercios, restauración y consumidoras. Se trata de una transformación del modelo de producción, distribución y consumo a gran escala, de ahí la importancia de una legislación exigente que ponga herramientas para frenar el despropósito que significa el desperdicio. Sin embargo, este cambio de modelo también requiere hacer un análisis minucioso de todos los procesos en los que intervienen alimentos e identificar las medidas de acción más efectivas.
Si quieres más información sobre las actuaciones de Rezero en materia de prevención de derroche alimentario:
25 de setiembre de 2024