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Residuo cero en las playas, una solución para combatir la omnipresencia de los plásticos en el mar mediterráneo

Un 80% de los residuos marinos del Mediterráneo provienen de fuentes terrestres y el 80% de estos son plásticos. Se estima una aportación mediana diaria de 250.000 de restos diversos de desechos por kilómetro cuadrado en las playas durante la temporada turística.

El proyecto Zero Beach, coordinado por Rezero y Eco-union, ha demostrado que la prohibición de fumar en las playas puede reducir hasta un 80% la presencia de colillas en la arena.

La prohibición de fumar y la limitación de los plásticos desechables en los chiringuitos se podrían implementar inmediatamente en las playas catalanas, evitando una gran cantidad de residuos marinos.

Las playas son uno de los espacios más masificados durante el verano en toda la costa catalana y mediterránea, siendo muy frecuentes las imágenes de playas llenas de desechos (plásticos, colillas, etc.).

Alejandro González de la asociación Eco-union, incide que el turismo de sol y playa es un factor de presión medioambiental importantísimo, puesto que es responsable de un incremento del 40% de los residuos durante el verano en el mediterráneo.

¿Cómo sería una playa residuo cero?

Rosa Garcia de Rezero explica que en esta transición hacia una sociedad residuo cero, el proyecto Zero Beach está implicando a diferentes municipios para buscar soluciones y medidas concretas como disfrutar de espacios sin humo y la reducción de todos los materiales desechables como botellas, pajitas, cubiertos, etc, que son los principales tipos de plásticos que se encuentran en los mares y para fomentar los sistemas de retorno con incentivos que evitan notablemente el abandono de estos residuos.

En verano pasado, las primeras pruebas piloto del proyecto en tres playas del Prat de Llobregat, Gavà y Castelldefels, redujeron hasta un 80% la presencia de colillas y recuperaron más de 900 de envases durante una semana en tres puntos de prevención.

Las entidades promotoras piden a las instituciones públicas ir más allá de las acciones voluntarias y crear un nuevo marco normativo que dote de instrumentos y recursos a los municipios y a la Generalitat para poder asumir medidas efectivas que garantizen disfrutar de playas libres de residuos.

La futura Ley de Prevención y Gestión de Residuos y Uso eficiente de los recursos que este año se está debatiendo, es una oportunidad para implementar medidas que, por un lado, limiten la puesta al mercado de plásticos desechables y, por otro lado, que eviten que productos plásticos, como los envases de bebidas, lleguen al mar, mediante la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR). A la vez, es el momento de incluir las playas como espacios públicos libres de humo.