Crear una biblioteca de las cosas es impulsar el modelo de consumo del mañana. Estos espacios comunitarios de préstamo de objetos tienen importantes beneficios ambientales y sociales y muy buena acogida por parte de la ciudadanía. Después de impulsar la primera en el país, Rezero, conjuntamente con la cooperativa Nusos, trabaja para que todo el mundo tenga una cerca de casa.
El modelo de consumo y producción actual nos ha llevado a acumular en casa objetos que casi no usamos, pero ocupan espacio, cuestan dinero y acaban siendo residuos. Se estima que una familia posee entre 3.000 y 4.000 objetos que apenas utiliza y que probablemente nunca llegarán al final de su vida útil. Un modelo incompatible con el planeta finito donde vivimos.
Por eso, Rezero conjuntamente con la cooperativa Nusos y la implicación voluntaria de un grupo de personas del vecindario del distrito barcelonés de San Martí, diseñaron y hicieron realidad la primera biblioteca de cosas del Estado español, situada en el Casal de Ca l’Isidret. Abrió puertas en enero del 2020 y los primeros cinco años de funcionamiento ya ha evitado casi 5.500 kilos de residuos y más de 22.500 kilos de emisiones de gases invernadero.
Rezero y Nusos han puesto su experiencia con la Biblioteca de las Cosas de San Martí al servicio de ayuntamientos y entidades. Así, ya han nacido los espacios comunitarios de préstamo de objetos de Tiana y Poble-sec (Barcelona) y también, en colaboración con el Consorcio para el Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos del Maresme, el del Instituto Domènech i Montaner de Canet de Mar y el del instituto Euclides de Pineda de Mar.
¡Hay muchos motivos para promover la creación de una biblioteca de las cosas!
