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La salud, mejor sin plástico (5): el caso de los guantes de usar y tirar

Es posible que los guantes de plástico y las mascarillas desechables sean una de las imágenes que quedarán a nuestra mente como referentes de la crisis sanitaria que estamos viviendo.

¿A qué responde el uso y consumo de los guantes desechables? Estamos ante una dolencia todavía desconocida con una elevada capacidad de contagio y, como ciudadanía, las únicas medidas que podemos tomar son la distanciación social y la higiene exhaustiva y constante de nuestras manos. Ante el miedo y la sensación de vulnerabilidad que causa esta situación, muchas personas piensan que utilizando los guantes tendrán una mayor protección, pero, de hecho, tal y como ya hace días que alerta la comunidad médica y científica, utilizarlos incluso puede ser peligroso por la sensación de falsa seguridad que nos provoca.

Además de no protegernos los guantes pueden tener otros impactos sobre el medio ambiente:

• Después de tomar conciencia sobre el infarto por plásticos que vive nuestro planeta ahora nos lanzamos al consumo masivo de otro producto plástico desechable: los guantes.
• Si antes del coronavirus encontrábamos envases de bebidas abandonados en el calles ahora, vemos guantes tirados a las aceras, plazas, caminos, bosques y playas y desgraciadamente, pronto empezaremos a recoger evidencias de su llegada a nuestros mares y océanos.

El mensaje del miedo y las falsas garantías higiénicas que la industria del plástico otorga tanto en el caso de los guantes como en el caso de los productos de alimentación envasados (recordamos que tal y como indican varios estudios el virus puede sobrevivir en las superficies de plástico durante días) no pueden hacernos dar pasos atrás ni volver a un modelo de consumo que inunda nuestro medio ambiente de plástico. Un material que, recordamos, tardará a desaparecer centenares de años, con los daños asociados que conlleva para el medio ambiente y la salud de las personas.

El mensaje está claro: los plásticos desechables no son en ningún caso una solución a la pandemia del coronavirus, sino que están intrínsecamente relacionados con la crisis climática que ya vivimos. Perderemos una gran oportunidad si no somos capaces de impulsar ahora políticas de descarbonización y desmaterialización que aceleren la transición hacia el residuo cero. Un modelo de producción donde los productos estén diseñados con criterios de ecodiseño, minimización de residuos, reparabilidad, reutilización y -al final de la vida útil- recuperación y reciclaje. Si no reaccionamos, contribuiremos a una sociedad todavía más debilitada y con menos posibilidad de abordar la crisis climática, de materiales y energética que ya vivimos ni la próxima crisis sanitaria.

Mas información rezero.cat
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